martes, 16 de diciembre de 2014

Fortuna y gloria, Sabina. Fortuna y gloria




Las cosas que esperas; las cosas que te esperan; las cosas que siempre has creído esperar (y quizás no; quizás no). Vivimos de fantasmas. Vivimos en la ilusión hambrienta de una persecución: la del fantasma que te busca para cobrarse una deuda remota que crees tener desde siempre contigo mismo; la del fantasma que persigues como una redención, como si en algún lugar de la noche del bosque se agazapase resplandeciendo el ídolo de oro que resuma tu vida, que la justifique y la honre y la selle para siempre. Pero no hay tal... [Sigue leyendo en Pocavergüenza]

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