"Igual, esto está igual", dice Pepe, detrás del mostrador de su tienda de golosinas. Y lo cierto es que para cualquiera que volviese, un año exacto después, a la calle Arzobispo Guerrero del granadino barrio de la Chana, sería un diagnóstico extrañamente certero. Nada parece haber cambiado en estas calles, entre la gente que va y viene de sus asuntos en el trasiego laborioso del mediodía; en los vecinos que se paran a conversar, al encontrarse, o en el rumor de niños volviendo del colegio. Ni siquiera en la vieja fachada del número 15 de esta calle: Librería Papelería Domingo – Prensa/Revistas. Ahí sigue el letrero, sobre una persiana verde, y en los bajos de una vivienda igualmente clausurada. Sólo un detalle, casi imperceptible, ha variado: el año anterior había velas encendidas a los pies del kiosco; esta vez son ramos de rosas... [Reportaje para eldiario.es]
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