lunes, 11 de abril de 2016

Epitafio


Tú que eres mi locura y mi argumento,
tú que has sido mi cárcel elegida,
mi honor y mi condena, y el intento
más a ciegas de hallar una salida,

un pañuelo más digno al sufrimiento,
una fe, una luz allá encendida;
tú que has sido mi víctima y mi aliento,
mi culpa, mi plegaria atendida,

el único blasón que izó mi viento:
tú, compañera múltiple y sagrada,
rostro plural del dios que ungió mi vida,

tú más que nadie sabes que no miento,
que me hundo cada noche en tu emboscada,

que nunca di tu causa por perdida.


[2011 - ]




No hay comentarios: