No hay amores malditos
Hay podre leyes usos
error espanto astucia
impotencias normas mentira
angustia doma compraventa
cobardía y calamidad
No hay amores malditos
[Horacio Martín/Félix Grande]
No hay amores malditos: siendo el amor la Ley –la única–, cómo va a ser delito honrarlo. Cómo va a estar proscrita la única actividad que absuelve al ser humano de su infinita capacidad de maldad, de su talento infinito para la estupidez. Y sin embargo los hay, existen los amores malditos: porque, mucho más abajo de esa ley última, en este querido mundo nuestro están las leyes: los usos, los espantos, las angustias, las compraventas; las cobardías. En eso estamos, hace ya unos cuantos milenios. En eso suele consistir nuestro delirante paso por la Tierra. En hacer todos los juegos malabares posibles por prohibir la vida, unos, y por evitarla o disimularla o hacerle chantaje, otros.
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