domingo, 30 de julio de 2017

Donde yo debía


...Y un frío de matadero me recuerda tu distancia...
(M.)


Ahora que me han dejado solo,
que soy esa guitarra que percute a oscuras
en el rincón azul cuando ya no la oye nadie

ahora que la casa es epitafio
y una brisa notaria resume en cada alcoba
capítulos de sueño y llanto adulto
y lámparas de sombra y la certeza
de la llamada aquella que no he de recibir nunca

ahora que soy sombra, y abdicación, y solo,

quisiera recordar

que observé fiel mis votos de pobreza,
que recé con la luna en la tronera del baño;
que procuré no oír la aldaba de esta celda
mientras duró la noche, duró el llanto,
duró la ingobernable libertad aquella
de ser otra vez solo.



Ayer/Hoy

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